
Con el paso de los años, el patrón del sueño cambia. Nuestros mayores pueden tener más despertares nocturnos, menos horas de sueño profundo o dificultades para conciliar el sueño. Por eso, una buena higiene del sueño es clave para su bienestar diario.
Hábitos que favorecen un mejor descanso
Algunos consejos útiles incluyen mantener horarios regulares, evitar siestas largas y limitar bebidas estimulantes por la tarde. También es clave crear un ambiente adecuado: habitación ventilada, colchón confortable y poca luz artificial.
Actividades relajantes como la lectura, escuchar música suave o realizar estiramientos antes de acostarse pueden preparar cuerpo y mente para dormir mejor. Evitar el uso de pantallas o conversaciones intensas al final del día también favorece un descanso más profundo.
Cuidar el sueño es cuidar la salud
En nuestras residencias consideramos el descanso como una parte esencial del cuidado integral. Si quieres conocer nuestras rutinas y espacios pensados para el bienestar nocturno, estaremos encantados de contártelo. ¡Contacta con nosotros!