La estimulación sensorial es una parte fundamental del bienestar en la edad adulta, y la aromaterapia se presenta como una aliada natural para acompañar procesos físicos y emocionales con suavidad y eficacia.
Los aceites esenciales —como el de romero, eucalipto o lavanda— pueden utilizarse de forma segura mediante difusores, compresas o aplicaciones tópicas suaves. Estos aromas no solo relajan: también pueden activar recuerdos, calmar la ansiedad o incluso mejorar la concentración.
¿Cuáles son sus principales beneficios?
En personas mayores, esta técnica ayuda a generar un entorno más amable, especialmente útil en momentos de agitación, confusión o dificultad para dormir. La aromaterapia no sustituye a otros tratamientos, pero sí complementa el acompañamiento diario de forma respetuosa y eficaz.
Apostamos por entornos terapéuticos donde el confort y la calidad de vida estén en el centro. Si te interesa conocer más sobre nuestras prácticas de bienestar en residencia, te invitamos a ponerte en contacto con nuestro equipo.